top of page

PRIMAVERA

Updated: Jan 18




   En Logrosán no hay vallas publicitarias como las de las capitales, donde El Corte Inglés nos pueda anunciar su llegada, envuelta en tonos pastel o parchís. En Logrosán sí hay calendarios. Calendarios que poco ayudan a la hora de encontrarla.

   En esta situación: ¿Cómo se entera uno en Logrosán de que la primavera ha llegado?

   Su manifestación es traicionera, tiene mil caras y siempre guarda una adecuada a la edad y estado de ánimo del paciente.

   Por la tarde, cuando iba a las Escuelas Nuevas, se hacía notar subiendo por el Arroyo; en el Cristo su cercanía se hacía inequívoca; al llegar al patio de las escuelas, allí estaba, aparecía como un irrefrenable deseo de no entrar en clase, venía acompañada de síntomas inequívocos: una sed que sólo apagaba el pozo de los tejares o un puñado de acereas, variedad estación, a ser posible.    Otros años, el reino animal se me adelantaba. Con absoluta alevosía, la primavera aparecía en una caja de bombones Suchard a granel: los gusanos asumían su papel de emisarios estacionales a cambio de unas cuantas hojas de morécano a las que la Bobi ponía un alto precio. Años más tarde, tomó forma de mujer: también por la tarde, es su hora preferida. Aparecía encarnada en una compañera de clase que, en su evidente proximidad, se había empeñado en permanecer ostentosamente oculta durante el invierno. La primavera, perversa ella, atacaba la vista y el olfato, agitaba el corazón, ahogaba la respiración, encogía el estómago y debilitaba las articulaciones. Un cuadro clínico para el que la ciencia del momento no aportaba terapia adecuada. ¡Afortunadamente!


9 views0 comments

Recent Posts

See All
bottom of page