A finales de 2013 me diagnosticaron Enfermedad de Parkinson.
Tuve la suerte de que este trance le tocara contármelo a la Dra. Lidia López Manzanares que supo dosificar el impacto con realismo pero con delicadeza y positivismo al alcance de pocos.
Durante mi verano de los 19 años me administré una sobredosis de Cuatro Estaciones de Vivaldi. Me encantaban la Primavera y el Verano, pasaba de largo por el otoño y tenía ya entonces la certeza de que, si alguna vez el segundo movimiento del Invierno me emocionaba o me reconfortaba, es que yo mismo estaría llegando a mi propio invierno.
Bien, pues eso ocurrió tras el diagnóstico y aquellas primeras navidades sustituí villancicos y carols por el crudo Invierno de Vivaldi.
JMGOL60 20240121
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